La institucionalidad es un aspiracional, en el cual, la inclusión y el respeto constituyen pilares imprescindibles que soportan la gobernanza, la continuidad del propósito común, así como también, un crecimiento y desarrollo sin contratiempos para las organizaciones.
A manera de análisis, es oportuno preguntarnos, ¿por qué resulta tan difícil construir una sociedad libre de antagonismos conspiradores contra la cohesión y la paz interna?
Hablamos de una sociedad sin división de clases, sin privilegios y sin discriminación, una sociedad donde cada uno se pueda sentir parte y en igualdad con los demás.
Las luchas históricas por la hegemonía y control absoluto de una parte sobre las demás, en detrimento del derecho colectivo a la participación, a la Identidad y al sentido de propiedad, son, a mi modo de ver, la principal causa.
En cada momento de la historia, han sido los líderes con su comportamiento y accionar quienes han trazado el destino de sus pueblos, algunos apegados a la coherencia y firmemente abrazados a sus ideales como, el patricio, Juan Pablo Duarte, nos han legado un ejemplo de luz; mientras que otros vacilantes, como Pedro Santana, que de ser un prócer de la Patria, un gigante en las batallas para preservar la nación dominicana, pasó a ser un Judas al vender a la joven República Dominicana, por algunas monedas, a la potencia española.
La responsabilidad del liderazgo es actuar con coherencia, apegado a la misión, visión y valores institucionales, dejando de lado el interés propio para preservar el interés colectivo, será el respeto y el cumplimiento de esta responsabilidad, a lo largo de toda la vida, lo que colocará, a este liderazgo, de un lado u otro de la historia, cuyo paso inexorable se encargará del juicio individual y justo para cada uno.
Desde mi trinchera del honor, espacio reservado por el tiempo y espacio, para jugar mi papel, enarbolo la bandera y el fusil de la palabra empeñada y grabada, de manera lapidaria, en cuatro pilares, que si son llevadas de común acuerdo garantizarán crecimiento, estabilidad y prosperidad a lo interno de las instituciones, estos pilares son:
- Institucionalidad
- Inclusión
- Respeto
- Alternabilidad
Solo al final de los días podremos saber si fuimos fieles a la palabra, a los principios, a nuestros compromisos y será allá cuando la historia nos juzgará con total justicia e imparcialidad.
Una recomendación final, abrazad los ideales y principios universales del cooperativismo, allí tendrán pautas y guías para un manejo ético, transparente, inclusivo, justo y responsable.