Uno de los acontecimientos más esperados por todos los trabajadores, cuando llega el último mes del año, es la entrada del doble sueldo o aguinaldo, como se conoce en algunos países.
En mis charlas sobre finanzas personales he podido constatar que por lo general las personas al recibir este ingreso extraordinario ya lo tienen bien comprometido con deudas de las denominadas “deudas malas” o que planean hacerlo desaparecer tan pronto le caiga en las manos, ambos escenarios son malos para las finanzas personales y familiares.
¿Qué hacer con este doble sueldo o dinerito extra?
Para evitar que suceda lo mismo que siempre sucede y que sucumbas a vanas tentaciones, y termines gastando tu doble en su totalidad en cosas que no te generen mayor estabilidad, te recomiendo aplicar la regla 50-30-20.
Este método es fácil de aplicar. Consiste en dividir tu ingreso en porcentajes, de modo que utilices el 50% de tu doble sueldo para cubrir necesidades básicas. Dentro de estas prioriza gastos pendientes, deudas por pagar, servicios, tarjetas de crédito, reparaciones, colegiatura, calzados, vestuarios, comida, etc.
El 30% puedes emplearlo en darte un gustito. ¿Por qué no complacerte a ti mismo? Solo ten en cuenta que estos caprichitos deben ser moderados, sin excesos que puedan comprometerte más allá de tus posibilidades. Dentro de este renglón puedes incluir todas las actividades de ocio como salir al cine, cenas fuera, turismo y aventura, entre otras tantas.
Finalmente, el 20% restante úsalo para pagarte a ti mismo o ahorrar para tu futuro. Para lograr esta parte, que es, sin temor a equivocarme, la más difícil de cumplir, se requiere de una gran fuerza de voluntad, pues el dinero nunca parece ser suficiente para todas nuestras necesidades.
Para cumplir con esta cuota de ahorro te recomendamos que desde el momento en que recibas el tan esperado doble sueldo, busques una entidad financiera como una cooperativa y allí elijas el tipo de cuenta que más ventanas te ofrezca para guardar esta porción de tu dinero.
Las cooperativas ofertan una amplia gama de productos donde puedes colocar y ver crecer tu dinero como son cuentas de ahorros retirables, ahorros acumulativos como del tipo SAN, certificados de aportaciones, certificados a plazo, entre otros. Además, las cooperativas te brindan la ventaja de que tus cuentas no sufren ningún tipo de descuentos o penalidades.
Finalmente:
El provecho que le saques a tus ingresos no viene determinado por el volumen de los mismos, sino por el buen uso que hagas de ellos, es decir, que tan sabiamente los administres y lo bien que los inviertas. Desarrolla hábitos saludados de ahorro, se una persona disciplinada, persistente y nunca abandones tus propósitos.