La observación sobre la celebración más activa del Día de San Valentín en comparación con el Día de la Solidaridad por parte de los cooperativistas es un tema que invita a una reflexión profunda. Este hecho puede parecer paradójico, dado que la solidaridad es uno de los valores fundamentales del cooperativismo, mientras que San Valentín, aunque centrado en el amor y la amistad, tiene un origen más comercial en la cultura moderna.
El Día de la Solidaridad debería ser una ocasión clave para los cooperativistas, ya que este valor es la esencia misma de su movimiento. La solidaridad implica un compromiso profundo con el bienestar de los demás, la cooperación mutua y la construcción de una sociedad más justa y equitativa. Celebrar la solidaridad es, en esencia, celebrar el alma del cooperativismo.
El Día de San Valentín, aunque positivo en su celebración de las relaciones interpersonales, ha sido capturado por el consumismo, fenomeno contra el cual las cooperativas luchan. Este día ha evolucionado para centrarse en gestos materiales, a menudo eclipsando el verdadero sentido del amor puro y la amistad.
El hecho de que los cooperativistas den más importancia a San Valentín que al Día de la Solidaridad podría reflejar una desconexión o un malentendido de los valores centrales del cooperativismo, de su propia identidsd, o una influencia dominante de las tendencias comerciales en nuestra sociedad.
Esta situación debería ser una llamada de atención para reevaluar las prioridades y reforzar el significado y la práctica de la solidaridad en la vida cotidiana, no solo como un concepto abstracto, sino como una celebración activa y continua.
Reforzar la importancia del Día de la Solidaridad podría servir no solo para recordar a los cooperativistas sus raíces y misión, sino también para promover una cultura que valore las acciones desinteresadas y el apoyo mutuo por encima de las prácticas de consumo individualista.
Celebrar la solidaridad con la misma o incluso mayor intensidad que San Valentín podría ser un paso significativo para realinear las prácticas cooperativas con sus ideales fundacionales.