El Concordato y posteriores convenios con la Santa Sede establece que el arzobispo metropolitano de Santo Domingo es, a su vez, obispo castrense con rango militar
El pasado lunes 27 de febrero el presidente Luis Abinader dispuso, mediante decreto 67-23, el retiro de nueve generales de los cuerpos militares, entre los que llamó la atención el correspondiente al mayor general capellán castrense, Nicolás de Jesús López Rodríguez, actualmente arzobispo y cardenal emérito en edad avanzada.
Muchos se han preguntado por qué el cardenal era militar activo con rango de mayor general, si se trata de un religioso de la iglesia católica. La razón se remonta al Concordato entre la Santa Sede y República Dominicana firmado en 1954.
El Artículo XVII de ese convenio establece: “El Estado Dominicano garantiza la asistencia religiosa a las fuerzas armadas de tierra, mar y aire y a este efecto se pondrá de acuerdo con la Santa Sede para la organización de un cuerpo de capellanes militares, con graduación de oficiales, bajo la jurisdicción del Arzobispo Metropolitano en lo que se refiere a su vida y ministerio sacerdotal, y sujetos a la disciplina de las fuerzas armadas en lo que se refiere a su servicio militar”.
Pero tal como lo explica la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED), aunque en el país los sacerdotes siempre trabajaron con los militares, fue a partir del 23 de enero de 1958 cuando la Santa Sede los organizó con la creación del “Vicariato Castrense” mediante el decreto “E Suprema Militantis Ecclesiae”.
Posteriormente, el 21 de abril de 1986, el Papa Juan Pablo II emite la constitución apostólica “Spirituali Militum Curae” para regir a los Ordinariatos Castrenses. Ese documento fue ratificado por el Gobierno dominicano y la Santa Sede en 1990, con lo cual se establece el Ordinariato Castrense conocido como Obispado Castrense, cuyo objetivo es la evangelización, atención pastoral y cuidado espiritual de los militares y miembros de la Policía Nacional.
¿Quién lo obstenta?
Por disposición de la Santa Sede, el puesto de obispo castrense se le concede al arzobispo metropolitano “pro tempore” de Santo Domingo, puesto que ocupaba López Rodríguez antes de pasar a emérito por su retiro y que actualmente ocupa monseñor Francisco Ozoria Acosta, también mayor general.
Al frente del Obispado Castrense se encuentra el Obispo Castrense que, por disposición de la Santa Sede, es el Arzobispo de Santo Domingo.
El informe de la CED indica que el Obispado Castrense comprende las tres ramas del Ministerio de Defensa (Ejército, Armada y Fuerza Aérea), así como la Policía Nacional.
Por esa razón, República Dominicana está dividida en cuatro regiones castrenses, al frente de cada una hay un capellán, que es vicario episcopal; mientras que al frente de cada institución militar y de la Policía hay un capellán mayor. Todos tienen rangos militares.
El obispo castrense es quien designa a los vicarios generales castrenses, así como a los capellanes mayores de los tres cuerpos militares y de la Policía.
Obispos castrenses
Desde su creación a la fecha, la Santa Sede ha designado cuatro obispos castrenses, quienes, a su vez, reciben el rango de mayor general en el Ministerio de Defensa. Son ellos:
- Monseñor Ricardo Pittini, desde 1958 a 1961.
- Octavio A. Cardenal Beras Rojas, desde 1962 a 1982.
- Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez, de 1982 al 2017.
- Monseñor Francisco Ozoria Acosta, desde 2017 a la fecha.