Por: Wanderlis Cespedes
Es muy probable que usted mi querido lector se sienta algo cansado de escuchar la palabra “Inflación” durante los últimos dos años y en especial los últimos seis meses del presente año. Sí, aunque usted no lo crea para nosotros los economistas y demás profesionales vinculados a esta ciencia social también se ha tornado una conversación un tanto incomoda hablar continuamente mediante los distintos medios sociales y canales de comunicación sobre el fenómeno de la inflación y sus efectos para la economía nacional e internacional.
En ese sentido, me he tomado la libertad de presentarles de la manera más mesuradamente posible y menos compleja la actual situación coyuntural que vive no solo la Republica Dominicana sino el resto de los países del mundo. Por ahora solo quisiera que nos centrásemos en estas 4 palabras claves que definiremos a continuación:
- Inflación: Aumento generalizado y sostenidos de los precios de los distintos bienes y servicios en un mercado durante algún tiempo, normalmente uno año. En otras palabras, la inflación refleja la perdida del poder de compra. Es decir, una perdida de valor real de una moneda.
- Política monetaria: es un instrumento financiero que utilizan los Banco Centrales para retirar y/o colocar masa monetaria (dinero) en el mercado, con el objetivo de controlar la estabilidad de precios y garantizar el crecimiento económico.
- Ocupación: Deriva de una acción positiva, se trata de abordar la resolución de un problema o materializar un proyecto mediante el accionar. Quien se ocupa fluye, porque la mente la mantiene puesta en la meta, en solucionar, no hay bloqueos porque no hay miedos, estrés o ansiedad. La ocupación es también la certeza de que se está procediendo de manera correcta.
- Preocuparnos: Deriva de una acción negativa, no aborda la solución del problema sino el miedo al fracaso, el miedo a que las cosas no salgan bien. La preocupación absorbe tiempo y energía que le restamos a la construcción real de soluciones. Cuando nos preocupamos nos bloqueamos, estacamos y no permitimos que las cosas fluyan. No accionar por la incertidumbre.
Habiendo definido las palabras claves para este artículo permítame continuar con una frase del economista monetarista Milton Friedman premio nobel de economía 1976, que rezas así: “La inflación es un impuesto sin legislación.” ¿Qué habrá querido decir Friedman en esta elocución?, sencillamente querido lector, que la inflación es un fenómeno natural que no necesita ser impuesta mediante legislación (gobiernos o congresos legislativos) y que nos afecta de manera igualitaria más no equitativamente. O sea, aunque el poder de compra disminuya para todos, no todos tenemos el mismo nivel ingresos y esto empeora la situación para la población más vulnerable.
Actualmente la Republica Dominicana se encuentra atravesando uno de los periodos inflacionarios más fuertes de los últimos 12 años con tasa de inflación de 9,48% muy cercanas a los dos dígitos. Sin embargo, esta situación no solo esta ocurriendo en la Republica Dominica sino en todas las economías del mundo. Por ejemplo, a junio del presente año la tasa de inflación de los Estados Unidos se sitúa en un 9,1% por primera vez en cuatro décadas, mientras que para la Zona euro (EU) en un 8,6% la mayor desde la creación del euro como moneda común para los estados miembros de la EU. Situación que nos pone a pensar ¿Hasta dónde llegará la inflación? ¿Cuál es el remedio a este mal? ¿Cómo saldremos de ella y cuándo se normalizará? Estas son una de las tantas preguntas que intentamos responder a la hora de hablar de este fenómeno.
Este evento no visto desde hace muchos años para las grandes economías del mundo ha hecho que los distintos Bancos Centrales adopten medidas drásticas con respecto a sus políticas monetarias como cinturón de fuerza para responder a las olas inflacionarias causadas por los efectos del Covid-19, los constreñimientos en la cadena de suministros, el aumento de los commodities (materias primas) y, por último, pero no menos importante las secuelas de la guerra Rusia-Ucrania.
Todos y cada uno de estos factores antes mencionados han dado como resultado una inflación interanual de 9.48% superior al rango meta del 4.0% (+/-) 1.0% para la Republica Dominicana lo que quieres decir, que el poder de compra de los dominicanos a perdido un valor real cercano al 10% en menos de un año, como podemos ver en la gráfica debajo.

Como consecuencia los Banco Centrales de todo el mundo han considerado aplicar un paquete de políticas monetarias restrictivas como los son el aumento de los tipos de interés o tasa de interés para desacelerar el ritmo alcista de la inflación reduciendo la masa monetaria, es decir, el dinero en poder del público. Economías como la de EUA y la Zona euro han experimentado aumentos de sus tasas de interés de hasta 75 puntos básicos situándola en 2,5% y subidas de hasta 50 puntos básicos pasando de 0% a 0.5% respectivamente, siendo esta la mayor subida de los tipos de interés en 20 años para la zona euro y para los EUA hace más de 40 años.


De la igual manera ha sucedido en el caso de la Republica Dominicana y las demás economías de América Latina las cuales han experimentado aumentos de tasa de interés de hasta 1,400 puntos básicos según vemos en la gráfica debajo, extraída del informe de desempeño publicada por el Banco Central de la Republica Dominica (BCRD) https://www.bancentral.gov.do/a/d/5413-la-economia-dominicana-mantiene-un-buen-desempeno-en-el-contexto-de-america-latina

En resumen, la inflación es uno de los males más letales a los que puede enfrentarse cualquier administración o Gobierno en cualquier punto en la que se encuentre, lo peor de todo es que no es un mal que pueda erradicarse con total facilidad y sin dejar como consecuencia secuelas devastadora para cualquier economía del mundo. Considerando lo anterior, ¿Existe alguna manera de erradicar este mal? Y ¿Cuál sería el remedio para este? Como dicen por ahí: “El tiempo siempre tiene la razón”.
A lo largo de la historia los fenómenos inflacionarios siempre han sido combatidos mediante políticas monetarias restrictivas unas más fuertes que otras; sin embargo, las combinaciones han sido siempre las mismas. Es decir, nos referimos a aumento de tasa de interés, aumento del porcentaje de encaje legal y operaciones de mercado abierto (compra y venta de títulos emitidos por Banco Central), esto con el objetivo de contrarrestar los efectos de la inflación, controlar la estabilidad de precios y tratar de garantizar el crecimiento económico.
No obstante, esta fórmula no es mágica y por consiguiente los efectos causados por estas medidas a las distintas economías del mundo puede ser la entrada en una recesión económica producto de la ralentización o desaceleración de la actividad económica, las dificultades a la hora de optar por nuevos créditos (prestamos), aumento de la desocupación laboral como consecuencia de la poca actividad de los sectores productivos y la inversión retraída por la falta de liquidez en los mercados.
Sin embargo, es importante destacar que en el caso de la República Dominicana pese al panorama complejo que vivimos, frente a aumento de tasa de interés de hasta 75 puntos básicos a junio del presente año, con una tasa de referencia de 7.25%, la inflación ha podido mantenerse por debajo de los dos dígitos en un rango del 9,67%-9,48% en los últimos tres meses. En adición, el indicador de actividad económica (IMAE) reporta cifras preliminares muy alentadoras acerca del crecimiento económico de la nacional el cual pronostica un crecimiento entorno al 5.0% del PIB.


En conclusión, pudiéramos inferir en que las medidas tomadas por el Banco Central de la República Dominicana (BCRD) han sido certeras ante lo complejo que se ha vuelto la actual situación geoeconómica a raíz de los efectos de la pandemia, la cadena de suministros, los aumentos de precios de las materias primas y productos energéticos, así como la agudez de la guerra Rusia-Ucrania. Por tal razón, mantenemos las proyecciones de nuevos aumentos de tasa de interés como consecuencia de los resultados obtenidos con relación a la inflación durante los últimos tres meses del año, a su vez, los aumentos de tasa de los principales Banco Centrales del mundo para contrarrestar los efectos provocado a los internos de esas naciones.
Finalmente, se espera que las combinaciones de las medidas restrictivas entono a las políticas monetarias de los distintos Banco Centrales sean lo suficientemente audaz para guiar hacia la baja o normalización los efectos de la inflación evitando de la mejor manera posible un escenario complejo de recesión a raíz de altas tasa de financiamiento y poca liquidez de mercado.
Luego de haber leído y comprendido este artículo. ¿Cree usted que es momento de ocuparnos o preocuparnos? ¡Hagamos la Tarea!